Por:
Axen (Espectros Dadaístas)
Sinopsis:
¡Cierren las salas, el arte está en la calle! Empujado por el grito revolucionario y un espíritu que todavía conserva su barniz de idealismo, un joven Alfredo decide crear "un arte más libre, hecho con el corazón, capaz de hacer que la gente se sienta viva".Su concepto del teatro empieza más allá del escenario, se traslada a pie de calle, cara a cara con el público. Allí en una plaza cualquiera, en un parque o en la avenida más comercial de la ciudad, Alfredo y su grupo Noviembre comienzan la función: demonios que provocan a los paseantes, actuaciones de denuncia social, acciones llevadas al extremo que ponen en alerta a las fuerzas del orden público. No hay límites ni censuras, sólo hay ideas y todas valen si son capaces de conseguir que el espectador deje de ser espectador y pase a formar parte
del guión; se sorprenda, se asuste, ría o llore. El teatro como la vida, la vida como el teatro... ya no hay diferencia.
Reseña:
A todos los que piensan que el cine hace tiempo que
dejó de ser el Séptimo Arte para convertirse en una máquina de hacer
dinero les recomiendo la película Noviembre del director Achero
Mañas. El cine, para ser arte, debe transmitir y enseñar
al espectador sensaciones, vivencias y que una vez termine la película sienta
que pueda cambiar el mundo.
Esta es la premisa con que un joven de un pequeño pueblo de Murcia, Óscar Jaenada, llega a Madrid para estudiar interpretación.
Allí logrará unir a un grupo de alumnos y amigos para formar un grupo independiente de teatro llamado Noviembre que actuará en la calle para llamar la atención del espectador sobre hechos como la guerra, el mal endémico que provoca la televisión, el terrorismo, etc y, siempre, sin cobrar ni un duro porque el arte, cuando hay dinero por medio, se pudre.
Los montajes que realiza el
grupo en la calle están muy bien realizados y montados y parecen que sean
grabados con cámara oculta ante la reacción del público.
Además, también es una nueva muestra de las ganas de
cambiar el mundo que se tiene cuando uno es joven y que con el paso de los años
se quedan en un vago recuerdo de juventud.
Destacar, el gran papel que realiza un joven Óscar
Jaenada, que creo que también es su primer gran papel en cine, como el joven
idealista que cree en el teatro como un arte que puede hacer cambiar las
personas.
Además, también aparece la hermosa actriz Ingrid
Rubio a la que últimamente no vemos mucho en cine.
Noviembre, estrenada en el año 2003, fue la segunda y
esperada película del director Achero Mañas, también escrita por él, tras
el éxito de su Ópera Prima “El Bola”. El público no la acogió bien
pero sí la crítica cosechando varios premios en diversos festivales.
Que el público no la acogiese bien puede ser que fuera
por tener un formato cercano al documental que le impide tener un desarrollo
frenético al que está acostumbrado el espectador mundial gracias a los
blockbuster de Hollywood.
Por último, destacar el plano final de Óscar Jaenada
colgado como una marioneta en el Teatro Realconvirtiéndose en una de las
marionetas que le hacía a su hermano paralítico.
Limpio, independiente, dinámico y agresivo es el lenguaje
con el queAchero Mañas está consolidando su sobresaliente carrera como
director cinematográfico. Saboreadas las mieles de “El
Bola”, ha optado más por
la libertad creativa que por la ampliación del presupuesto para hacer lo que
más le gusta: elegir un mensaje y, a través de su cine, arremeter con él al
espectro más amplio de público posible.
Así, “Noviembre” es la crónica viva de
unos ideales, desde su insoborna-bilidad a su decadencia, hilada a través de la
evolución de un grupo de tea-tro callejero que crea un manifiesto para agarrar
sus principios y hacerlos sólidos. Aunque herede cierta pretensión de la parte
más negativa y rancia de la plataforma de actores del “No a la guerra”, también
guarda su magna-nimidad y su compromiso, su campo abierto a la esperanza, su aroma de obra popular, de cuento juglar con vocación movilizadora.
Mañas afronta el reto de crear los nú-meros
teatrales en la propia calle y es en ese riesgo donde sabe exprimir los
mejo-res resultados, donde impregna más pa-sión y donde los intérpretes ofrecen
tra-bajos más brillantes. Pero alrededor de ese centro neurálgico sobre el
que la película al-canza su calidad notable, el ritmo, la verosi-militud y la
vehemencia de su mensaje que-dan diluidos, rebajados hasta el bloqueo
mo-mentáneo de la inmersión del espectador en la historia al toparse con
evidentes elementos “de relleno”. Las entrevistas a los personajes en un futuro
muy improbable, así como ese prólogo mal engarzado en el que se critica la
enseñanza de método, desprenden cierto histerismo narrativo que supone un
borrón en lo que en realidad es un filme de lo más destacable.
Aquí la película para tu disfrute:
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