La guerre est déclarée - Valérie Donzelli

La guerre est déclarée (Francia, 2011).
Género: Drama
Dirección: Valérie Donzelli
Reparto: Valérie Donzelli, Jérémie Elkaïm, Gabriel Elkaïm, César Desseix.
Duración: 100 minutos

La Guerra de las Tres Vidas

En Declaración de Guerra existe un aspecto fundamental que se hará presente durante todo el filme: la intimidad, y esto por varias razones. La directora, Valérie Donzelli, nos presenta una historia junto a su pareja Jérémie Elkaïm en la que ambos escriben el guión y actúan los roles principales para transmitir profundamente una problemática tan difícil como lo es la enfermedad de un hijo. Verídica, sumamente personal y que logra su cumplido de contagiar el sentir de una situación tan desgarradora.

Romeo y Juliette son una pareja que se conoce durante una fiesta. Jóvenes y muy enamorados, disfrutan la vida juntos a lo largo de hermosos paisajes. Se toman su tiempo, no es ningún problema... Hasta que Adam llega a sus vidas. Un hijo los tomará por sorpresa, sin que esto signifique mayor problema hasta que se le diagnostica una grave enfermedad, momento en el que la pareja desatará la difícil lucha por mantener a Adam con vida y, además, mantenerse juntos en tal duros momentos.

El segundo largometraje de la francesa desata emociones que minuciosamente son insertadas en momentos clave. El uso de un narrador que se presenta para decir lo que los protagonistas no pueden es muy bien trabajado, como si fuera la pareja en la vida real tratando de explicar las escenas y casi queriendo justificarlas, como hace cualquier dupla de jóvenes al contar su historia. Además, las situaciones a veces tan difíciles de digerir lo dejan de ser con alguna escena muy particular que desata una risa entre lágrimas, algo que da una idea de lo personal de la cinta.

En el guión se nota el trabajo conjunto que realizan los franceses, revelando quizá escenas de lo más personales, muy particulares en escenarios que resaltan una vez más la hermosura de la urbe parisina, casi como si fuera imposible no sentirse enamorado en un lugar así. La iluminación cambia paulatinamente de un entorno juvenil y fresco al estéril y deprimente del hospital, lo que hace que la montaña de sentimientos no deje de ir de arriba hacia abajo con gran intensidad.


La música, un punto clave en filmes franceses, va acorde a lo que los protagonistas sintieron en su momento,
como poner un soundtrack a las bellas y difíciles experiencias en esta ocasión por cortesía de Pascal Mayer. Muy versátil y natural, como los vestuarios y efectos especiales; mínimos, discretos y que podrían formar parte de cualquier persona.

De este modo, en Declaración de Guerra los realizadores intentan ponernos en sus lugares y nos provoca una mayor empatía que la necesidad de juzgar algunos de sus actos. Risas, lágrimas y la incomodidad de un final donde todo mundo se levanta de su asiento sin decir una palabra son aspectos que se podrán disfrutar en esta guerra declarada contra la muerte, la casi antítesis de la juventud frente a la paternidad y sobre todo a favor de la vida.


Por El Sátiro